Todo fluye, por Victoria Rodríguez

Vasili Grossman

TODO FLUYE

Para bien o para mal (más bien para mal), todo continúa fluyendo cuando Iván Grigórievich abandona su confinamiento en la Rusia Oriental en los campos para disidentes que el gobierno de Stalin se encargó de poblar mediante el ejercicio de la repudiable práctica de la falsa acusación y denuncia.

Todo sigue fluyendo, pese a que Stalin ya ha muerto y este deceso puede dejar abierta una pequeña puerta a la esperanza. Pero el choque es tan brutal, que Iván Grigórievich llega incluso a pensar que la realidad del campo para disidentes, “su realidad”, no es mucho peor que la realidad a la que se enfrenta después de tantos años de encierro.

Vasili Grossman –escritor y periodista soviético, cuyas obras principales fueron censuradas por
el gobierno de Nikita Jruschov por antisoviéticas—se sirve de la historia de Iván Grigórievich para realizar un dolorido repaso a la historia de su país, y para sorprender al lector con un brillante análisis de las teorías revolucionarias y de los líderes que las sostuvieron y propagaron (Lenin y Stalin, fundamentalmente).

Así, el autor expresa su tesis sobre lo que él llama “el alma esclava de Rusia” y cómo la revolución no ha hecho otra cosa que arraigar aún más la esclavitud del pueblo que, bajo la manipulación, la mentira y la opresión, se ha empobrecido material y, lo que es peor, espiritualmente. Una esclavitud que, además, sólo ha servido para apuntalar aún más a una clase privilegiada para la que el pueblo, la gente, no son sino un medio para procurar su bienestar y el mantenimiento de su posición social.

Decía mi profesor de “Pensamiento Político y Social” que, en la historia, las mayores barbaries se habían hecho siempre en nombre del pueblo. Y, ahora, la leer esta magnífica novela de Grossman me ha venido esta afirmación a la memoria porque “Todo fluye” trata precisamente de eso, de cómo los totalitarismos son capaces de destruir la esencia humana, de esclavizar las almas, pero siempre por y para el pueblo. Lo importante es que todo fluya, pero ¿hacia dónde?

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: