CARTA DE PAULA BENITO (4º ESO) PUBLICADA EN DIARIO DE BURGOS

La felicidad de los niños en la República Dominicana.

Vivimos en el primer mundo y hemos evolucionado, pero, ¿somos felices?
Esta última pregunta me parece bastante difícil de contestar.
Yo he tenido la suerte de poder viajar 4 meses a un país tercer mundista, como República Dominicana, un país muy particular, donde vive mi hermano. Allí muchas personas no tienen nada, muchos niños trabajan, algunos viven en unas condiciones desastrosas, con un orinal formado por un cubo, una ducha basada en un bidón lleno de agua, del cual la extraemos con un cubo y nos la echamos encima para lavarnos, con una alimentación basada en arroz, plátano y pollo; siempre hablando de lo bajo del país. Pero tras haberlo vivido, he llegado a la conclusión de que, a pesar de la pobreza, son felices y viven tranquilamente, no como nosotros que estamos continuamente estresados. Los niños no tienen juguetes, pero son felices, saben valorar lo poco que tienen, en cambio, los de aquí no tienen suficiente con tener treinta juguetes, una televisión, una nintendo… quieren más y más.
Allí lo más importante no es tener un BMW y poder conducir en la autopista, sino tener un “carro”, que lo tienen a pedazos, y conducir en unas “carreteras” llenas de agujeros. Desde que son pequeños saben vivir la vida con alegría, compartir lo poco que tienen y ser felices. El día a día de las personas de baja clase es ganarse la vida como pueden, al finalizar el día, reunirse son su familia, escuchar música dominicana que es gran parte de su vida, y bailar, disfrutar y vivir. Desde que son pequeños bailan y cantan, es una necesidad para ellos.
República Dominicana es uno de los países más felices del mundo. Yo lo confirmo porque veo que los niños dominicanos son mucho más felices que los de aquí. Al igual que los adultos, allí viven sin estrés y disfrutando de la vida, aquí es todo lo contrario. Los dominicanos siempre están con la sonrisa y dispuestos a ayudarte. Apreciemos todo lo que vamos a tener en Navidades, ya que hay muchas personas que no van a tener nada. La miseria es menos triste bajo el sol y la música, cosas que tienen todos los días del año.

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