“Hay alumnos que sufren mucho en las aulas, y lo hacen en silencio, porque consideran que sus aptitudes no son “normales” porque no responden a los estándares que se consideran adecuados al curso en concreto, a la edad, al nivel curricular etc. Entonces intentan esconder su talento, su potencialidad y muy a menudo la falta de un tutor que sepa evaluar y reconducir estas circunstancias puede provocar un daño irreparable, puede llevar al alumno al fracaso escolar o bien sumergir al alumno en unas condiciones psicológicas de sufrimiento, inseguridad, aislamiento, etc. ”
(Enric Roca. Doctor en Ciencias de la Educación. Profesor Titular y Vicedecano de Ordenación Académica y Transferencia del Conocimiento. Universidad Autónoma de Barcelona. Director d'EDU-21. Centro de Estudios Jordi Pujol )
“Es muy importante que se diagnostiquen a los niños y niñas con las altas capacidades,
a fin de poder activar acciones educativas, porque si no muchas de estas personas pueden llegar a sufrir problemas de conducta; o bien pueden llegar al fracaso escolar -cosa desgraciadamente frecuente-; pero, lo que es más grave, pueden sufrir graves problemas personales de orden psiquiátrico, con la gravedad y el sufrimiento que esto comporta, tal y como desgraciadamente he podido constatar en no pocos casos y tal como nos muestras, también, serios estudios sobre el riesgo de trastornos psiquiátricos”.
(Ignasi Puigdellívol Catedrático de Didáctica. Universidad de Barcelona)
Dos son los aspectos más esenciales del Nuevo Paradigma de la Superdotación y las Altas Capacidades:
Por una parte, la superdotación y las altas capacidades ya no son considerados como fenómenos intelectuales meramente cuantitativo-psicométricos. Tampoco como fenómenos intelectuales únicamente cognoscitivos, sino que se hallan en la confluencia y en la interacción permanente cognición-emoción-motivación.
El segundo es consecuencia del primero, y es que la superdotación, sin olvidar su base genética, no es una cuestión predeterminada; no es una cuestión de ser o no ser, sino que en gran medida es educable: enseñable y aprensible, a través de la educación adecuada que constituye la arquitectura del cerebro. Esta es la responsabilidad de todos los educadores.
(Consejo Superior de Expertos en Altas Capacidades)
“Es necesario conocer y comprender la superdotación como expresión máxima de la inteligencia humana.
Decía Carl G. Jung en 1947: “los niños superdotados son el fruto más hermoso del árbol de la humanidad”, y añadía: “a la vez son los que corren más grande peligro, pues cuelgan de sus ramas más frágiles y con frecuencia se rompen”. En su comprensión científica podremos posibilitar su mismo derecho que los demás a ser felices, y a tener una vida digna”.
(Josep de Mirandés, Presidente del Instituto Internacional de Altas Capacidades)
Los superdotados no sólo son más rápidos que los niños normales sino que son diferentes: piensan y sienten de forma distinta a los demás, ven los problemas de otra manera, aprenden de otra manera, utilizan formas diferentes de resolución de los problemas y tienen formas diferentes de aprendizaje. De la misma manera que el agua cambia de propiedades al llegar a determinado grado de temperatura, la inteligencia humana cambia de propiedades cuando llega a un nivel crítico, porque un CI alto no es simplemente más de la habilidad mental básica que todo el mundo tiene, al contrario, es una diferencia en procesos y acercamientos.
Los superdotados (precoces y talentosos) requieren de programas educativos diferentes y servicios especiales no siempre proporcionados por los programas escolares normales para llevar a cabo su contribución a sí mismos y a la sociedad, posibilitando que su alta capacidad produzca rendimiento. Requieren una amplia variedad de oportunidades educativas y servicios que no son previstos de ordinario en los programas educativos normales, y se concretan en una Adaptación Curricular que nada tiene que ver con una enseñanza individualizada o segregada y que en todos los casos se fundamenta en sus estilos de aprendizaje específicos, orientados en la interacción permanente de los procesos emocionales en el sistema cognitivo…
Cuando un superdotado no recibe los programas escolares diferentes, se crea una situación de riesgo para su salud psíquica.
Esta situación provoca y propicia además del Síndrome de Disincronía, el Síndrome de Difusión de la Identidad, de forma que se establece el principio de causalidad con las distorsiones cognitivas que constituyen la causa y el mantenimiento de la enfermedad psíquica, incluyendo los trastornos de personalidad, pudiendo afirmar que esta situación impide, en todo caso, el ejercicio del derecho a recibir una educación orientada al pleno y libre desarrollo de la personalidad”
(Consejo Superior de Expertos en Altas Capacidades. Definiciones)
“La alta capacidad intelectual no es una entidad estática ya finalizada sino que hay que comprenderla como un proceso evolutivo dinámico que lleva implícito el desarrollo potencial. Esto implica que no todas las potencialidades se manifiestan a edades tempranas, ni todas las precocidades culminan en altas capacidades intelectuales.
En cualquier caso, como forma de diversidad del alumnado, la precocidad debe ser atendida por lo que puede llegar a ser”.
(Junta de Andalucía. Plan de Atención al Alumno de Altas Capacidades)
“Si la escuela fuera verdaderamente adaptativa o inclusiva, los alumnos de altas capacidades no tendrían ningún problema escolar grave, como tampoco los demás alumnos”.
(Javier Tourón Catedrático Ciencias de la Educación. Universidad de Navarra. Principios de intervención).
“Una educación que quiera, por una parte, aprovechar el talento o talentos de todos y cada uno de sus alumnos -que no deje a ninguno atrás (equidad)-, y, por otra parte, aprovechar el potencial de transferencia de los alumnos de altas capacidades para subir el rendimiento general del grupo clase, ha de variar el foco de atención pedagógica y pasar de la atención tradicional en las dificultades de aprendizaje, al enfoque sobre las potencialidades de aprender al máximo…Si los entornos que son capaces de generar la organización de centros, el currículo y la gestión del aula potencian el alto rendimiento, todos los alumnos verán a la vez multiplicada su exigencia por unos resultados cada vez más altos y más exigentes.”
(Enric Roca).
“El estilo de aprendizaje de los superdotados está centrado en el aprendizaje autorregulado: generador de nuevas formas de pensamiento. Requiere la autorregulación del propio proceso de aprendizaje, lo que remite a la capacidad para aprender a aprender a lo largo de la vida, lo que implica monitorizar, regular y controlar la metacognición; requiere la automotivación intrínseca y permanente, y la acción estratégica.
Es un aprendizaje por descubrimiento personal y permanente -que excluye cualquier forma de aprendizaje repetitivo o mecanicista-, orientado a la vida real a través de los objetivos prácticos, vivenciales y vocacionales, que el educado se está formando, y a la vez orientado al descubrimiento de la verdad y al sentido del destino último de su ser personal. Ello requiere un entorno emocional adecuado, autoestima, comprensión, aceptación, respeto y estimación en relación a su hecho diferencial; aprendizaje como reto personal, mediante grandes saltos, intuitivos; investigación permanente y desarrollo de la creatividad.
Necesitan sentirse no objetos, sino sujetos y creadores de su proceso autónomo de aprendizaje, en un ámbito cooperativo, no competitivo. Necesitan sentir a su alrededor el adecuado nivel de cultura de la diversidad…”
(Josep de Mirandés. Entrevista Revista Infocop online)