CLUB DE LECTURA – LA ESTEPA INFINITA DE ESTHER HAUTZIG

Puri nos envía esta reseña del libro que fue leído y  comentado en la última reunión del club de lectura de la biblioteca. Gracias.

Todos los miembros del club de lectura están muy satisfechos  de haber  participado en él. Durante este verano nos tomamos un respiro de reuniones, que no de lecturas, y en septiembre  volveremos a reunirnos para decidir nuestras lecturas comunes. ¡Buen verano a todos los que disfrutan leyendo!

 

LA ESTEPA INFINITA

 

 

Gracias a esa biblioteca …… aprendí que leer no es sólo un gran placer, sino también un privilegio” . Ésta es una de las frasestepaes que podemos encontrar en este sorprendente libro.

 

Esther, una niña polaca judía de 9 años cuenta, de manera autobiográfica, sus vivencias en un gulag en Siberia durante 5 años. En 1939 es sacada de su casa en Vilna, junto a sus padres y su abuela, y trasladada en tren hacia un desconocido destino. Tras largos meses de incertidumbre viajando en vagones de ganado junto a cientos de judíos polacos, llegan a su destino: Rubtsovsk en Siberia. Allí una vida de agobiante ritmo de trabajo y un hambre constante se convierten en inseparables acompañantes de la familia. Esther nos va narrando todas sus vivencias de manera detallada, pero sin dolor amargo en sus palabras. Utilizando siempre una prosa sencilla, nos evoca la capacidad del ser humano de ser fuerte ante las vicisitudes, buscar el lado dulce de la vida y vivir con coherencia con los principios morales en los que creemos. Nos habla con admiración de unos padres valientes y una abuela que representa todos los valores en los que fue educada. Incluso en los momentos trágicos para la imaginación del lector, como es la tormenta en la que casi perece, Esther nos lo cuenta para explicarnos la valentía de su madre. Con cariño nos habla también del colegio y lo mucho que la marcaron sus compañeros y ciertos profesores. De tal manera que, sorprendentemente, tiene momentos de vacilación pues siente que está más unida a su nueva vida que a su pasado. No se regocija en su pasado opulento ni dramatiza la carencia de casi todo durante esos años. Curiosamente, su álbum de fotos familiar es la posesión que recuerda con más nostalgia.

 

Recomiendo este libro a los lectores entre 12 y 99 años que quieran disfrutar de una lectura entrañable con una sonrisa de esperanza en el corazón.

 

 

 

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